Basilio Martín Patino…

Hablar de Salamanca, desde mi horizonte, es reconciliarme con el concepto de cultura que me satisface: creatividad, curiosidad hacia cuanto significa aprendizaje, una forma de convivir.

Fernando Lázaro Carreter…

A lo largo de quinientos años van creciendo juntas en Salamanca dos renacientes maravillas: su Universidad y la lengua española.

Astronauta en la Catedral Nueva de Salamanca.

Rana y calavera en Salamanca

Astronauta. Catedral Nueva. Salamanca. Siglo XX.

Aunque la labra del astronauta en la Catedral Nueva pueda parecer una profecía secular, lo cierto es que la escultura en piedra franca es una restauración, como bien puede verse por el color diferente de la piedra de su talla y la de sus amigos de portada.

A finales de 1991, con el beneplácito patrimonial y catedralicio y la coincidencia de la celebración salmantina de Las Edades del Hombre y el V Centenario del Descubrimiento de América, donde Salamanca jugó un papel fundamental en los planes de Cristóbal Colón, los canteros encargados de reformar la maltrecha Puerta de Ramos decidieron dejar en las ancestrales paredes toques nativos, de modernidad y nuevos tiempos.

Así, al conocido y buscado astronauta, se unieron un dragón (¿diablo?) que devora un helado, un perro que muerde un racimo de uvas o familiares y distintos animales como la cigüeña común, la lechuza, el lince o el cangrejo de río.

Desde su creación, el conjunto ha sufrido innumerables agresiones por la falta de respeto, el afán coleccionista y la más pura gamberrada; como las figuras se encuentran a una altura bastante accesible, tal vez, sería necesario pensar en una manera autorizada de proteger las tallas o apuntar correctamente las cámaras de seguridad del centro histórico que tanto dinero han costado y que ya han demostrado su ineficacia.




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24 May 2017|Categories: Historias y leyendas|
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